Entré en la reunión y olía a Oysho. Tuve un corto-circuito porque no encajaba el lugar con la asociación tan fuerte que tenía de la marca. Pregunté si alguien usaba el perfume de Oysho y una de las asistentes levantó la mano timidamente.
Tengo el sentido del olftato muy desarrollado. Para lo bueno y lo malo. Y considero que el perfume el último accesorio que te pones cuando te arreglas. No terminas de estar listo hasta que no te perfumas.
Soy bastante leal con los perfumes. Estuve desde los 18 hasta los 28 oliendo a Miracle de Lancome, luego me pasé Jo Malone y ahora estoy en crisis de perfume. Me encanta Santal 33 de Le Labo pero tengo mis dilemas éticos con un perfume tan caro. No puede ser que cueste más un perfume que lo que gana una familia al mes en México.
Así que en plena crisis, te cuento que si es impotante tener un olor que las personas te puedan identificar. Es una manera de seguir reforzando la diferenciación y la identificación.
Así cada vez que alguien huela ese perfume, se acuerde de ti. Y conecte un olor agradable contigo.
Las marcas comerciales lo hacen muy bien y podemos aprender de ellas. Tenemos impregnados en el cerebro de Massimo Dutti, Oysho o Abercrombie. Además, con las personas es mejor porque en cada piel huele diferente.
Cuando encuentre el perfume perfecto para esta nueva etapa, te lo contaré. Tu tienes un perfume que siempre usas y te identifican con él. Me encantará leerte.
Si quieres que trabajamos juntas tu marca personal veremos temas de
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