Esta es la publicación número 200 de esta newsletter.
Doscientos días escribiéndote con la intención de aportarte valor, de compartir y de que conozcas mis servicios.
He escrito en aeropuertos, cafeterías, a 40 grados, estresada o cansada.
Esta newsletter me ha dado tanto…
Lo empecé por Isra Bravo, uno de los mejores copywritters que siempre anima a escribir un mail diario. Se apalanca en el poder de la repetición. Que aparezca de lunes a viernes en tu bandeja de mails hace que todos los días te acuerdes de mi.
Y que cuando pienses en alguien para ayudarte a tu marca personal pienses en mi. Que cuando pienses en alguien para dar una conferencia sobre marca personal pienses en mi. Que me recomiendes a tus amigas que quieren diseñar su marca personal.
Todo esto me ha pasado (y me pasa). Cada semana recibo propuestas para trabajar la marca personal. Muchas gracias por la confianza.
No es una newsletter perfecta. No lo mando siempre a la misma hora. Hay días que se me olvida o que no me organizo bien y no la envío. O tengo 10 minutos y escribo algo muy corto. En todos estos casos pienso: hecho mejor que perfecto.
Me siento como una tortuga. Voy paso a paso. Cada día. Y como en el cuento que nos leyeron de pequeños, la tortuga siempre gana. La constancia y disciplina son el talento de lo que no tienen un talento excepcional.
Se que luego dirán que tuve suerte. Cada vez que me dicen eso, sonrío. No hace falta discutir o intentar convencer a nadie. Yo sé cuál fue mi suerte. Elegí ser tortuga y no parar. Keep walking!
Y si quieres ver en directo cómo la tortuga gana a la liebre (que es la motivación), aquí va un vídeo real. Dura 40 segundos.
Si quieres que construyamos tu marca personal con mentalidad de tortuga. Escríbeme a este mail.
Solo para mujeres directivas.
PD: de pequeña mi madre me llamaba tortuguita porque comía lentísimooooo. Ahora sigo comiendo igual de lento pero ya estoy contenta con ese ritmo (mami, gracias por paciencia y las comidas de domingo esperándome hasta las 5 de la tarde).